domingo, 25 de septiembre de 2011
TEMPLO DE SAN LAUREANO
Es la ermita más antigua construida en Tunja en 1566. El Cabildo de Tunja ordenó la construcción de una capilla posa a la orilla del camino que conducía de Tunja a Santafé.
El Arzobispo Luís Zapata de Cárdenas la bendijo en 1574. En 1635 fue entregada a los religiosos Agustinos Recoletos, quienes estuvieron allí hasta mediados del Siglo XIX.
El Templo es el característico de la época colonial; de una sola nave y muros de tapia pisada. En la fachada se distinguen dos espadañas de factura colonial.
En la iglesia se encuentra el cuadro de San Bartolomé; asimismo, un cuadro de San Laureano. El cuadro de la Predicación de San Francisco fue pintado por el artista Alonso Fernández de Herediaen 1682.
También es bello el cuadro del Santo Ecce Horno con marco en talla de madera dorada con decoración especial manierista.
En la parroquia de San Laureano se realiza la romería a San Bartolomé, el último domingo de agosto, con gran participación del pueblo tunjano.
El Templo es el característico de la época colonial; de una sola nave y muros de tapia pisada. En la fachada se distinguen dos espadañas de factura colonial.
En la iglesia se encuentra el cuadro de San Bartolomé; asimismo, un cuadro de San Laureano. El cuadro de la Predicación de San Francisco fue pintado por el artista Alonso Fernández de Herediaen 1682.
También es bello el cuadro del Santo Ecce Horno con marco en talla de madera dorada con decoración especial manierista.
En la parroquia de San Laureano se realiza la romería a San Bartolomé, el último domingo de agosto, con gran participación del pueblo tunjano.
IGLESIA DE SANTA BARBARA
Este templo fue construido en las primeras décadas del Siglo XVII en el año 1623 fue convertida en parroquia. Tuvo tres cofradías: la de la Virgen del Pilar, la de Santa Bárbara y la de las Ánimas.
Lo más bello de esta iglesia son sus altares, el arco toral, el artesonado y los cuadros coloniales.
El arco toral presenta incrustaciones de madera con decoraciones de elementos vegetales. En las techumbres encontramos florones con racimos o plantas tetrafoliadas; casetones hexagonales, octogonales y cruciformes.
En Santa Bárbara se venera una pequeña estatua de «La Pilarica», copia en miniatura de Nuestra Señora del Pilar, de Zaragoza; fue la patrona de Tunja durante la Colonia. También se venera una pequeña escultura del Niño Dios, donada por el Pbro. Bachiller Antonio de Ayala Maldonado.
Entre los cuadros destacamos los de San Ricardo y San Edilverga; y un cuadro de la Inmaculada, pintado en 1703.
El arco toral presenta incrustaciones de madera con decoraciones de elementos vegetales. En las techumbres encontramos florones con racimos o plantas tetrafoliadas; casetones hexagonales, octogonales y cruciformes.
En Santa Bárbara se venera una pequeña estatua de «La Pilarica», copia en miniatura de Nuestra Señora del Pilar, de Zaragoza; fue la patrona de Tunja durante la Colonia. También se venera una pequeña escultura del Niño Dios, donada por el Pbro. Bachiller Antonio de Ayala Maldonado.
Entre los cuadros destacamos los de San Ricardo y San Edilverga; y un cuadro de la Inmaculada, pintado en 1703.
Está ubicado en el Alto de San Lázaro, en la colina occidental de Tunja. Fue construido para recordar la visita de la Virgen de Chiquinquirá a Tunja, en dos momentos cuando se generalizó la peste, que diezmó su población.
La capilla que fue ordenada por acta de Cabildo el 4 de enero de 1650, es decir, 111 años después de la fundación de la ciudad. Se venera la figura de San Lázaro, pintura al óleo sobre lienzo de Siglo XVII; así mismo el cuadro de la Virgen que dio origen a la creación de la iglesia, movida por las oportunidades en que trajeron el cuadro original de Chiquinquirá y ñie colocado allí con el objeto de curar
varias epidemias de peste.
La romería se realiza el primer domingo de septiembre; asimismo, el cuadro de la Virgen de Chiquinquirá.
Es una de las ermitas más característica de la época hispánica, de estilo sencillo y en tipo de iglesia posa.
Retablo Principal
Confeccionado en ma-
dera tallada y hojillado en oro; en los paramentos del presbiterio se encuentran óleos con pasajes de la vida
de la Virgen, separados por pilastrillas.
Arco toral con pilas tras tripartitas, conjunto hojillado en oro y rematado por óleo del
Siglo XVII; artesonado decorado con casetones y hojas de llantén que integran el conjunto Barroco.
varias epidemias de peste.
La romería se realiza el primer domingo de septiembre; asimismo, el cuadro de la Virgen de Chiquinquirá.
Es una de las ermitas más característica de la época hispánica, de estilo sencillo y en tipo de iglesia posa.
Retablo Principal
Confeccionado en ma-
dera tallada y hojillado en oro; en los paramentos del presbiterio se encuentran óleos con pasajes de la vida
de la Virgen, separados por pilastrillas.
Arco toral con pilas tras tripartitas, conjunto hojillado en oro y rematado por óleo del
Siglo XVII; artesonado decorado con casetones y hojas de llantén que integran el conjunto Barroco.
Es una iglesia colonial que se construyó en el Siglo XVII. Consagrado a Nuestra Señora de los Dolores del Topo inciado en 1683, actualmente ostenta denominación de Santuario y se venera la Virgen del Milagro al cuidado de la Comunidad de la Inmaculada Concepción, monjas de clausura instaladas en ese lugar en 1880.
Quines llevaron la milagrosa imagen en óleo sobre lienzo de autor anónimo del siglo XVI, renovda a mediados del Siglo XVII, en el convento original de las concepcionistas que fuera fundado en la ciudad en 1599.
En cuanto a la Arquitectura a la Arquitectura , la Iglesia es de tipo conventual de forma rectangular de una sola nave en de testero plano
El cuadro de la Virgen de los Dolores de El Topo, corresponde a la veneración que se hizo a esta imagen en El Topo, cerca a Muzo, es la patrona de los canónigos de Bogotá.
En el Templo de El Topo se venera a la Virgen del Milagro, que se apareció milagrosamente en el antiguo Convento de las Concepcionistas el 24 de agosto de 1628. La Virgen del Milagro es la patrona de la Arquidiócesis de Tunja.
Este Templo tiene una sola nave rectangular, de testero plano. El techo está cubierto con numerosos adornos de flores y hojas de madera dorada.
Es de gran significación el retablo mayor del Topo, ejemplo del arte barroco del Siglo XVIII.
Destacamos la restauración que hizo en la segunda mitad del Siglo XX, el reverendo padre Ernesto Reyes Sarmiento.
En cuanto a la Arquitectura a la Arquitectura , la Iglesia es de tipo conventual de forma rectangular de una sola nave en de testero plano
El cuadro de la Virgen de los Dolores de El Topo, corresponde a la veneración que se hizo a esta imagen en El Topo, cerca a Muzo, es la patrona de los canónigos de Bogotá.
En el Templo de El Topo se venera a la Virgen del Milagro, que se apareció milagrosamente en el antiguo Convento de las Concepcionistas el 24 de agosto de 1628. La Virgen del Milagro es la patrona de la Arquidiócesis de Tunja.
Este Templo tiene una sola nave rectangular, de testero plano. El techo está cubierto con numerosos adornos de flores y hojas de madera dorada.
Es de gran significación el retablo mayor del Topo, ejemplo del arte barroco del Siglo XVIII.
Destacamos la restauración que hizo en la segunda mitad del Siglo XX, el reverendo padre Ernesto Reyes Sarmiento.
TEMPLO DE SANTA CLARA LA REAL
Es una de las joyas arquitectónicas más bellas de Tunja, que superviven del período hispánico. Su construcción se inició en el año 1571, cuando se fundó el primer convento de monjas que se estableció en el territorio nacional. Su fundador fue don Francisco Salguero con su esposa Juana Macías de Figueroa.
En la capilla de Santa Clara hay altares bien tallados y cuadros antiguos de Santa Clara y de San Bernardino de Sena; igualmente obras de los pintores Vásquez Arce y Ceballos, los artistas Figueroa y otros.
Según el crítico del arte Santiago Sebastián: La Iglesia de Santa Clara tiene «una planta muy sencilla, a base de una sola nave, con testero plano y arco toral apuntado, que pudiera derivar de San Francisco de Quito en opinión de Buschiazzo». «La nave longitudinal está cubierta en forma de artesa a cuatro aguas, y sobre fondo rojo destaca una combinación de octógonos y rombos de madera dorada, los cuales enmarcan las típicas mazorcas y cruces.
En el arco toral se repiten los mismos motivos vegetales de la Capilla del Rosario; las hojas dispuestas radialmente no parten de la arquivolta sino de la rosca. Las pilastras del arco toral están decoradas con unas guirnaldas y el águila bicéfala del escudo de Tunja; en lugar de esta ave el artista parece haber estilizado un ave del país, una garza, en opinión de Marco Dorta, a juzgar por la longitud de las patas.
En la techumbre se destaca el SOL, un motivo cristiano que atrajo a los indígenas de las regiones aledañas a Tunja, en la misma forma, se presenta una ornamentación mudéjar que es clásica de esta Iglesia en Tunja.
El Templo de Santa Clara La Real es célebre por la celda de la Madre Francisca Josefa de la Concepción del Castillo y Guevara, la Madre Castillo, considerada la mejor escritora mística y ascética de la época hispánica.
Según el crítico del arte Santiago Sebastián: La Iglesia de Santa Clara tiene «una planta muy sencilla, a base de una sola nave, con testero plano y arco toral apuntado, que pudiera derivar de San Francisco de Quito en opinión de Buschiazzo». «La nave longitudinal está cubierta en forma de artesa a cuatro aguas, y sobre fondo rojo destaca una combinación de octógonos y rombos de madera dorada, los cuales enmarcan las típicas mazorcas y cruces.
En el arco toral se repiten los mismos motivos vegetales de la Capilla del Rosario; las hojas dispuestas radialmente no parten de la arquivolta sino de la rosca. Las pilastras del arco toral están decoradas con unas guirnaldas y el águila bicéfala del escudo de Tunja; en lugar de esta ave el artista parece haber estilizado un ave del país, una garza, en opinión de Marco Dorta, a juzgar por la longitud de las patas.
En la techumbre se destaca el SOL, un motivo cristiano que atrajo a los indígenas de las regiones aledañas a Tunja, en la misma forma, se presenta una ornamentación mudéjar que es clásica de esta Iglesia en Tunja.
El Templo de Santa Clara La Real es célebre por la celda de la Madre Francisca Josefa de la Concepción del Castillo y Guevara, la Madre Castillo, considerada la mejor escritora mística y ascética de la época hispánica.
TEMPLO DE SAN IGNACIO
Corresponde a la Compañía de Jesús que llegó a T unja en el año 1611 en el Siglo XVII. En el año 1614 estuvo en Tunja San Pedro Claver, en su año de probación, pues este Convento Jesuita tuvo importancia a nivel nacional.
Inicialmente se construyó el Convento, en el lugar que hoy ocupa el Colegio de Boyacá; contiguo a éste se construyó la Iglesia de San Ignacio, con una gran nave central con presbiterio poco profundo y, en lugar de capillas, dos naves laterales más bajas.
El altar mayor es tallado en madera; en el centro un pequeño tabernáculo de acabado primoroso; son de valor artístico los cuadros escultóricos del retablo mayor. En la decoración de los fustes encontramos decorados con grutescos vegetales y en las demás columnas, estrías verticales con formas diversas.
Uno de los cuadros más bellos en el Templo de San Ignacio es el de San Ignacio ante la aparición de Jesús, en un altar de grandes dimensiones de cedro negro y de preciosa talla antigua.
Durante muchos años estuvo en este templo la escultura de San Antonio, realizada en el Siglo XVIII por el artista jesuita Pedro Laboria. En la misma forma, el Cristo crucificado que aparece en el Templo desde 1616, en la época del noviciado jesuítico.
La portada de piedra del Templo de San Ignacio, es considerada también como una joya del Siglo XVII. Sobre la cornisa y dentro de un triángulo, dice en abreviaturas en latín: «Alabado sea el hombre del Señor Jesús para sIempre».
El Convento de los Jesuitas fue destinado para el Colegio de Boyacá desde el año 1835, pues antes, dicho Colegio y Universidad de Boyacá estuvieron en el Claustro de San Agustín.
Desde 1835, el Colegio de Boyacá ha realizado sus actividades educativas en los diversos niveles: Primaria, Secundaria y Universidad de Boyacá; ésta última hasta el año 1930. El Colegio de Boyacá fue fundado por el Vicepresidente Francisco de Paula Santander en el año 1822; es el claustro educativo de mayores dimensiones en la formación de las generaciones boyacenses.
El altar mayor es tallado en madera; en el centro un pequeño tabernáculo de acabado primoroso; son de valor artístico los cuadros escultóricos del retablo mayor. En la decoración de los fustes encontramos decorados con grutescos vegetales y en las demás columnas, estrías verticales con formas diversas.
Uno de los cuadros más bellos en el Templo de San Ignacio es el de San Ignacio ante la aparición de Jesús, en un altar de grandes dimensiones de cedro negro y de preciosa talla antigua.
Durante muchos años estuvo en este templo la escultura de San Antonio, realizada en el Siglo XVIII por el artista jesuita Pedro Laboria. En la misma forma, el Cristo crucificado que aparece en el Templo desde 1616, en la época del noviciado jesuítico.
La portada de piedra del Templo de San Ignacio, es considerada también como una joya del Siglo XVII. Sobre la cornisa y dentro de un triángulo, dice en abreviaturas en latín: «Alabado sea el hombre del Señor Jesús para sIempre».
El Convento de los Jesuitas fue destinado para el Colegio de Boyacá desde el año 1835, pues antes, dicho Colegio y Universidad de Boyacá estuvieron en el Claustro de San Agustín.
Desde 1835, el Colegio de Boyacá ha realizado sus actividades educativas en los diversos niveles: Primaria, Secundaria y Universidad de Boyacá; ésta última hasta el año 1930. El Colegio de Boyacá fue fundado por el Vicepresidente Francisco de Paula Santander en el año 1822; es el claustro educativo de mayores dimensiones en la formación de las generaciones boyacenses.
TEMPLO Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO
El Templo de San Francisco y el Convento bajo la advocación de Santa María Magdalena fueron construidos en la década de los Setenta del Siglo XVI los trabajos se iniciaron en el año 1572, con la ayuda de la Comunidad de los Franciscanos, la Corona Real, los encomenderos tunjanos y nativos de la región. Es uno de los templos más antiguos de la ciudad de Tunja.
El estilo mudéjar se puede apreciar en el Claustro en las arcadas de medio punto, levemente tímidas cuyo trazado se aproxima al de la herradura, sustentadas sobre columnas y cornisas de piedra labrada, esbelto sobre manera, gracias al contraste de sus dos pisos, el primero más alto que el segundo y éste descansando sobre capiteles típicos de la arquitectura toscana, según Fray Tarcisio Sarmiento León, dio peculiar originalidad y belleza respecto de otras edificaciones coloniales del lugar".
El Convento de San Francisco fue uno de los más importantes del Nuevo Reino de Granada. En el Siglo XVI se convirtió en centro evangelizador desde Tunja a la región de su influencia, en las doctrinas de Motavita, Firavitoba, Iza, Socotá, Tota, Toca, Cuítiva, Sogamoso y Monguí.
En este Convento existió Casa de Estudios y Noviciado. Allí estuvo el cronista indiano Fray Pedro Simón, autor de su célebre obra Noticias Historiales, una de las más importantes para el estudio de la conquista y colonización del Nuevo Reino de Granada.
Una de las joyas arquitectónicas más bellas de la Iglesia es la portada en piedra, cuyos soportes los integran dos pilastras donde descansa un arco de medio punto, en cuya clave está esculpido un bajo-relieve una cruz con el monograma JHS. También se encuentra un escudo de la Comunidad Franciscana, con adornos en su bordura de reminiscencia gótica.
En la sacristía se encontró un retrato al óleo con la inscripción: U. M.R.P. Fr. Luis Mayorca, fundador de esta Iglesia y Convento de Santa María Magdalena de Tunja, 1572". .
Los más hermosos altares con tallas en madera se encuentran en el Templo de San Francisco en T unja; uno de ellos es el Altar de los Pelícanos, elaborado en el Siglo XVIII por el maestro Pedro Caballero; corresponde a esta obra de arte, el Altar de Nuestra Señora de las Angustias.
Una de las joyas escultóricas más hermosas de la Iglesia es la Estatua de San Francisco; considerada como una maravilla de Tunja. Esta obra de origen sevillano tiene incrustaciones de rubíes que representan los estigmas del costado, las manos y los pies. Entre sus obras pictóricas destacamos la pintura de Santa María Magdalena del maestro italiano Angelino Medoro.
Otras obras valiosas son: El lienzo de San Pedro de Alcántara, la colección de los doce apóstoles en óleo, la bella obra de San Roque del artista Medoro y otras. En el Museo de San Francisco se encuentran numerosas obras escultóricas y pictóricas que se han conservado a través de los años.
El Convento de San Francisco tuvo numerosas vicisitudes desde la segunda mitad del Siglo XIX, después de las leyes de la desamortización de Bienes de Manos Muertas.
Los Padres Franciscanos fueron expulsados del Convento y el claustro fue destinado en cuartel del Batallón Bolívar; posteriormente fue destinado para sede de la Escuela Normal de Señoritas de Tunja, y más tarde cedido a la Beneficencia de Boyacá, para ser demolido en su mayor parte, y en la cual se construyó el Hotel Hunza en el año 1965.
Parte del Convento se salvó de la piqueta, por estar en posesión de los Franciscanos y al servicio del templo. Una gran polémica desató en Tunja y en Colombia la demolición del Claustro de San Francisco de Tunja; sin embargo, la destrucción se hizo en gran parte, y de sus ruinas surgió una construcción moderna que ha servido para el turismo nacional e internacional.
Con ocasión del Quinto Centenario de la Evangelización en América en el año 1992, los Padres Franciscanos hicieron una restauración de acuerdo con las nuevas tendencias, como las que hoy conocemos sobre el Claustro y el Templo, uno de los más antiguos de Tunja.
El Convento de San Francisco fue uno de los más importantes del Nuevo Reino de Granada. En el Siglo XVI se convirtió en centro evangelizador desde Tunja a la región de su influencia, en las doctrinas de Motavita, Firavitoba, Iza, Socotá, Tota, Toca, Cuítiva, Sogamoso y Monguí.
En este Convento existió Casa de Estudios y Noviciado. Allí estuvo el cronista indiano Fray Pedro Simón, autor de su célebre obra Noticias Historiales, una de las más importantes para el estudio de la conquista y colonización del Nuevo Reino de Granada.
Una de las joyas arquitectónicas más bellas de la Iglesia es la portada en piedra, cuyos soportes los integran dos pilastras donde descansa un arco de medio punto, en cuya clave está esculpido un bajo-relieve una cruz con el monograma JHS. También se encuentra un escudo de la Comunidad Franciscana, con adornos en su bordura de reminiscencia gótica.
En la sacristía se encontró un retrato al óleo con la inscripción: U. M.R.P. Fr. Luis Mayorca, fundador de esta Iglesia y Convento de Santa María Magdalena de Tunja, 1572". .
Los más hermosos altares con tallas en madera se encuentran en el Templo de San Francisco en T unja; uno de ellos es el Altar de los Pelícanos, elaborado en el Siglo XVIII por el maestro Pedro Caballero; corresponde a esta obra de arte, el Altar de Nuestra Señora de las Angustias.
Una de las joyas escultóricas más hermosas de la Iglesia es la Estatua de San Francisco; considerada como una maravilla de Tunja. Esta obra de origen sevillano tiene incrustaciones de rubíes que representan los estigmas del costado, las manos y los pies. Entre sus obras pictóricas destacamos la pintura de Santa María Magdalena del maestro italiano Angelino Medoro.
Otras obras valiosas son: El lienzo de San Pedro de Alcántara, la colección de los doce apóstoles en óleo, la bella obra de San Roque del artista Medoro y otras. En el Museo de San Francisco se encuentran numerosas obras escultóricas y pictóricas que se han conservado a través de los años.
El Convento de San Francisco tuvo numerosas vicisitudes desde la segunda mitad del Siglo XIX, después de las leyes de la desamortización de Bienes de Manos Muertas.
Los Padres Franciscanos fueron expulsados del Convento y el claustro fue destinado en cuartel del Batallón Bolívar; posteriormente fue destinado para sede de la Escuela Normal de Señoritas de Tunja, y más tarde cedido a la Beneficencia de Boyacá, para ser demolido en su mayor parte, y en la cual se construyó el Hotel Hunza en el año 1965.
Parte del Convento se salvó de la piqueta, por estar en posesión de los Franciscanos y al servicio del templo. Una gran polémica desató en Tunja y en Colombia la demolición del Claustro de San Francisco de Tunja; sin embargo, la destrucción se hizo en gran parte, y de sus ruinas surgió una construcción moderna que ha servido para el turismo nacional e internacional.
Con ocasión del Quinto Centenario de la Evangelización en América en el año 1992, los Padres Franciscanos hicieron una restauración de acuerdo con las nuevas tendencias, como las que hoy conocemos sobre el Claustro y el Templo, uno de los más antiguos de Tunja.
TEMPLO Y CONVENTO DE SANTO DOMINGO
Es una de las joyas arquitectónicas Coloniales más importantes de la América Latina. Tanto las naves comó sus hermosas y artísticas capillas, entre ellas.la de Nuestra Señora del Rosario, constituyen un tesoro ae arte y decoración de los más representativos y característicos del siglo XVI.
En cumplimiento de la Real Cédula del Emperador D. Carlos V. de Alemania y I de España, fechada el 8 de Enero de 1551, los Religiosos de la Orden de Santo Domingo de Cuzmán, dieron comienzo inmediato a la construcción de su Convento donde actualmente se, hallan las ruinas del hermoso claustro de. San Agustín(antiguo,panóptico); más por inconvenientes diversos y con el fin de acercarse más al centro de la población, se trasladaron al lugar donde hoy se encuentra: Sobre la carrera 11, entre calles 19 y 20 de la actual nomenclatura, en solares donados por los Encomenderos Alonso de Carvajal y García Arias Maldonado. A cargo de este último éstuvo la financiación de casi la totalidad de la obra, y sobre todo la de la Capilla de Nuestra Señora del Rosario.
Los trabajos fueron acometidos el año de 1559. El Padre Zamora, en el Libro III de su Historia, refiere lo siguiente:
" En su primera iglesia fundó Pedro Rodríguez de León la Cofradía de la Vera - Cruz, que dotó con una Capellanía, y después se le dio Capilla en la iglesia nueva, con la misma fundación y cofradía, según consta en Escritura otorgada el año de 1568, en que se proseguía su edificio. Otro Conquistador llamado Arias Maldonado, fue grande benefactor de este Convento y le donó sus casas que tenía en la calle real, con la cuadra en que hoy está, a la que se pasó el año de 1559..." Igualmente se sabe que hacia el año de 1568, los trabajos andaban bastante adelantados, y que a los fines del siglo, se habían dado al culto.
Los fundadores de este Convento hacían parte, antes de venir al Nuevo Reino, del de San Pablo en Sevilla, cuya regla y costumbres siguieron en la nueva fundación. Para el sostenimiento contaban con cuantiosas rentas de capellanías que permitían sostener 60 religiosos, inclusive el Noviciado, pues era la segunda Casa de Estudios de la Provincia por aquella época.
Grandes fueron los beneficios que recibió la comarca con la fundación de este Convento, como quiera que los religiosos tenían a su cuidado la catequización de los indios, la predicación evangélica y la cátedra de estudios secundarios para la instrucción de la juventud, y los primeros en abrir una aula de Latinidad en esta urbe, en todo lo cual descollaron por su virtud, constancia y sabiduría.
Como dato curioso podemos recordar que junto con los Padres Jesuitas, Agustinos y Franciscanos, los Religiosos de Santo Domingo con base en su magnífica sede de Tunja, llevaron a cabo el adoctrinamiento de la mayor parte de las Provincias del actual Departamento de Boyacá, hasta bien entrado el presente siglo.
Durante los primeros años debió de tener el templo de Santo Domingo su entrada por el costado occidental, a la inversa de como la tiene hoy, pues así lo hacen suponer la forma que por aquel lado conserva, y el hecho de haber existido una plazoleta ocupada actualmente por diversas construcciones.
Los trabajos fueron acometidos el año de 1559. El Padre Zamora, en el Libro III de su Historia, refiere lo siguiente:
" En su primera iglesia fundó Pedro Rodríguez de León la Cofradía de la Vera - Cruz, que dotó con una Capellanía, y después se le dio Capilla en la iglesia nueva, con la misma fundación y cofradía, según consta en Escritura otorgada el año de 1568, en que se proseguía su edificio. Otro Conquistador llamado Arias Maldonado, fue grande benefactor de este Convento y le donó sus casas que tenía en la calle real, con la cuadra en que hoy está, a la que se pasó el año de 1559..." Igualmente se sabe que hacia el año de 1568, los trabajos andaban bastante adelantados, y que a los fines del siglo, se habían dado al culto.
Los fundadores de este Convento hacían parte, antes de venir al Nuevo Reino, del de San Pablo en Sevilla, cuya regla y costumbres siguieron en la nueva fundación. Para el sostenimiento contaban con cuantiosas rentas de capellanías que permitían sostener 60 religiosos, inclusive el Noviciado, pues era la segunda Casa de Estudios de la Provincia por aquella época.
Grandes fueron los beneficios que recibió la comarca con la fundación de este Convento, como quiera que los religiosos tenían a su cuidado la catequización de los indios, la predicación evangélica y la cátedra de estudios secundarios para la instrucción de la juventud, y los primeros en abrir una aula de Latinidad en esta urbe, en todo lo cual descollaron por su virtud, constancia y sabiduría.
Como dato curioso podemos recordar que junto con los Padres Jesuitas, Agustinos y Franciscanos, los Religiosos de Santo Domingo con base en su magnífica sede de Tunja, llevaron a cabo el adoctrinamiento de la mayor parte de las Provincias del actual Departamento de Boyacá, hasta bien entrado el presente siglo.
Durante los primeros años debió de tener el templo de Santo Domingo su entrada por el costado occidental, a la inversa de como la tiene hoy, pues así lo hacen suponer la forma que por aquel lado conserva, y el hecho de haber existido una plazoleta ocupada actualmente por diversas construcciones.
LA CATEDRAL
Una de las joyas arquitectónica más antiguas y bellas de la ciudad de Tunja, es LA CATEDRAL, hoy BASILICA METROPOLITANA de la Parroquia de Santiago El Mayor de Tunja. Es la expresión del arte cristiano gótico-mudéjar del Renacimiento y considerada como la Catedral colombiana más antigua, construida en el siglo XVI.
El día de la fundación de Tunja, el 6 de agosto de 1539, se celebró la primera misa, que fue oficiada por el padre agustino Fray Vicente de Requejada, quien fue designado el primer cura de Tunja; la Parroquia fue puesta bajo la protección de Nuestra Señora de Guadalupe. El padre Requejada ejerció el curato entre los años 1539 y 1545.
El templo inicial se construyó con el estilo de las construcciones indígenas. Era una capilla pajiza en forma rectangular y de paredes, bara en tierra; en el año 1553 la capilla se quemó. Los tunjanos hicieron la construcción en piedra y ladrillo, aprovechando la Cédula Real de 1597 que autorizó el recaudo de diezmos destinados a la construcción del templo que debía sustituir al templo pajizo.
Para la construcción de la Catedral fue decisiva la designación que hicieron las autoridades eclesiásticas en el año 1562, del CURA JUAN DE CASTELLANOS, en reemplazo del beneficiado Martín de Castro. Su pasión fue construir la Iglesia Catedral al estilo de las europeas; para su desarrollo recibió la ayuda permanente del fundador de Tunja, Capitán Gonzalo Suárez Rondón.
Con la colaboración del Cabildo de Tunja y el permiso de la Corona Española, el cura Castellanos y el fundador Suárez Rendón contrataron el trazo de la nueva Iglesia con el Maestro de obras Don Bartolomé de Sosa
En la construcción de la obra intervinieron también los maestros Francisco de Abril y Bartolomé Moya; la portada fue hecha por el artista Bartolomé Carrión en el año 1600.
Con la influencia del beneficiado Juan de Castellanos, los maestros de obra imprimieron varios estilos artísticos y arquitectónicos a la Catedral de T unja. Uno de ellos fue el gótico-isabelino o estilo de los Reyes Católicos, con algunas ornamentaciones en las fachadas y en la arquería.
La portada de carrión es considerada como una de las más bellas obras del Renacimiento en el Nuevo Reino de Granada.
El templo inicial se construyó con el estilo de las construcciones indígenas. Era una capilla pajiza en forma rectangular y de paredes, bara en tierra; en el año 1553 la capilla se quemó. Los tunjanos hicieron la construcción en piedra y ladrillo, aprovechando la Cédula Real de 1597 que autorizó el recaudo de diezmos destinados a la construcción del templo que debía sustituir al templo pajizo.
Para la construcción de la Catedral fue decisiva la designación que hicieron las autoridades eclesiásticas en el año 1562, del CURA JUAN DE CASTELLANOS, en reemplazo del beneficiado Martín de Castro. Su pasión fue construir la Iglesia Catedral al estilo de las europeas; para su desarrollo recibió la ayuda permanente del fundador de Tunja, Capitán Gonzalo Suárez Rondón.
Con la colaboración del Cabildo de Tunja y el permiso de la Corona Española, el cura Castellanos y el fundador Suárez Rendón contrataron el trazo de la nueva Iglesia con el Maestro de obras Don Bartolomé de Sosa
En la construcción de la obra intervinieron también los maestros Francisco de Abril y Bartolomé Moya; la portada fue hecha por el artista Bartolomé Carrión en el año 1600.
Con la influencia del beneficiado Juan de Castellanos, los maestros de obra imprimieron varios estilos artísticos y arquitectónicos a la Catedral de T unja. Uno de ellos fue el gótico-isabelino o estilo de los Reyes Católicos, con algunas ornamentaciones en las fachadas y en la arquería.
La portada de carrión es considerada como una de las más bellas obras del Renacimiento en el Nuevo Reino de Granada.
"NUESTRA HERMOSA CATEDRAL"
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