Es la ermita más antigua construida en Tunja en 1566. El Cabildo de Tunja ordenó la construcción de una capilla posa a la orilla del camino que conducía de Tunja a Santafé.
El Arzobispo Luís Zapata de Cárdenas la bendijo en 1574. En 1635 fue entregada a los religiosos Agustinos Recoletos, quienes estuvieron allí hasta mediados del Siglo XIX.
El Templo es el característico de la época colonial; de una sola nave y muros de tapia pisada. En la fachada se distinguen dos espadañas de factura colonial.
En la iglesia se encuentra el cuadro de San Bartolomé; asimismo, un cuadro de San Laureano. El cuadro de la Predicación de San Francisco fue pintado por el artista Alonso Fernández de Herediaen 1682.
También es bello el cuadro del Santo Ecce Horno con marco en talla de madera dorada con decoración especial manierista.
En la parroquia de San Laureano se realiza la romería a San Bartolomé, el último domingo de agosto, con gran participación del pueblo tunjano.
El Templo es el característico de la época colonial; de una sola nave y muros de tapia pisada. En la fachada se distinguen dos espadañas de factura colonial.
En la iglesia se encuentra el cuadro de San Bartolomé; asimismo, un cuadro de San Laureano. El cuadro de la Predicación de San Francisco fue pintado por el artista Alonso Fernández de Herediaen 1682.
También es bello el cuadro del Santo Ecce Horno con marco en talla de madera dorada con decoración especial manierista.
En la parroquia de San Laureano se realiza la romería a San Bartolomé, el último domingo de agosto, con gran participación del pueblo tunjano.
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